Ebru falleció el 27 de agosto después de 238 días de huelga de hambre. Luchó hasta su último aliento por el derecho a un juicio justo y la independencia de los abogados. El Estado turco es responsable porque ignoró sus afirmaciones.
El pasado mes de octubre la visitamos a ella y a los demás compañeros de la ÇHD en la prisión de alta seguridad de Silivri (cerca de Estambul) con una delegación internacional de abogados, hablamos con ella sobre su determinación de seguir denunciando todas las formas de injusticia.
Sabemos que se ha violado el derecho a un juicio justo en el llamado Caso ÇHD2. Hemos visto, observando el juicio, que el Tribunal fue injusto. El proceso fue una farsa (no se cumplieron las normas procesales, las declaraciones sin sentido de un testigo secreto fueron la base de la decisión y el veredicto se dictó antes de que se ejerciera el derecho de defensa). La delegación internacional de Abogados, en la que participaban AED-EDL y la Fundación Día del Abogado en Peligro siguiendo el juicio, ha sido expulsada de la Sala del Tribunal antes de la última declaración de los abogados defensores y antes de la decisión final.
La negativa de Ebru a exigir un juicio justo la llevó a optar por la huelga de hambre. Esta huelga de hambre no era una petición especial para ella sino para toda la profesión de abogados y para los pueblos kurdo y turco. Cuando su situación ya era muy grave, el 14 de agosto, el Tribunal Constitucional de Turquía denegó una solicitud para liberar a Ebru y a su colega Aytaç Unsal.
Todo el mundo debe saber que la muerte de Ebru podría haberse evitado. Todos nosotros recordaremos su muerte como una vergüenza para el poder judicial turco.
La lección que podemos sacar de la muerte de Ebru es que debemos ser más conscientes para luchar por los derechos fundamentales en Turquía y otros países. Su acción nos ayudará y motivará a defender el derecho a un juicio justo.
Ebru, tu vida fue brillante, tu muerte es muy triste y tu ejemplo es una luz en estos tiempos de problemas en Turquía.
Descansa en paz, hermana nuestra.
28.08.2020